La presidenta de Cantabria, María José Sáenz de Buruaga, entregó hoy en Santander el I Premio Nacional de Medicina Marqués de Valdecilla a la inmunóloga española Carola García de Vinuesa, reconocida internacionalmente por sus avances determinantes en inmunología.
El acto tuvo lugar en la Sala Pereda del Palacio de Festivales ante cerca de 200 asistentes, destacando la presidenta el valor científico y humano del trabajo de García de Vinuesa, que ha abierto nuevos horizontes para el tratamiento de enfermedades inmunológicas, brindando esperanza a miles de pacientes.
“Una mujer con una carrera impresionante que impulsa la medicina y es inspiración global”, afirmó Buruaga, que también resaltó la calidad del ecosistema de salud en Cantabria y la marca Valdecilla, cabeza visible en innovación, trasplantes y manejo del paciente crítico.
El premio, dotado con 50.000 euros y un busto del Marqués de Valdecilla, se crea en el marco del centenario del Hospital Universitario y busca reconocer la excelencia científica y el liderazgo internacional que impactan directamente en la salud pública.
El consejero de Salud y presidente de la Fundación Marqués de Valdecilla, César Pascual, leyó la laudatio y aseguró que el galardón simboliza “lo mejor de la ciencia y la humanidad”, entregado en esta primera edición a una científica que une vocación, perseverancia y servicio a la vida.
García de Vinuesa, que dirige un grupo en el prestigioso Francis Crick Institute de Londres desde 2021, dedicó el premio a toda la profesión médica y subrayó el valor de la inmunología, “especialidad que ha cambiado la historia de la medicina” y que está amenazada por corrientes anti-ciencia.
“Gracias a la inmunología tenemos vacunas que han salvado más de 150 millones de vidas, la mayoría niños menores de cinco años”, dijo la científica.
Nacida en Cádiz en 1969, García de Vinuesa se formó en Medicina en la Universidad Autónoma de Madrid y completó su doctorado en Reino Unido. Trabajó en Australia, donde fundó el Centre for Personalised Immunology, y ahora lidera investigaciones clave sobre enfermedades autoinmunes y raras.
Entre sus aportes sobresalen el descubrimiento de las células T foliculares colaboradoras y reguladoras, así como la identificación del gen ROQUIN, fundamental para regular respuestas inmunes. Lidera estudios que han demostrado la implicación directa del gen TLR7 en lupus, ofreciendo nuevas terapias.
Su trabajo tuvo un impacto jurídico y social cuando demostró en 2023 que la mutación genética había causado las muertes súbitas de los hijos de Kathleen Folbigg, conduciendo a su liberación tras 20 años en prisión en Australia.
En Cantabria, el Gobierno anunció que impulsará la futura Ley de Salud Digital, pionera en Europa en regulación de datos sanitarios y neuroderechos, y un Parque de Innovación en Salud para reforzar la investigación y la industria biomédica local.
El acto contó con autoridades civiles y militares, entre ellas la presidenta del Parlamento, María José González Revuelta, y el delegado del Gobierno, Pedro Casares, cerrando con la Orquesta Sinfónica del Cantábrico dirigida por Paula Sumillera.
