Las alianzas público-privadas (APP) se presentan hoy como herramientas estratégicas para reducir las brechas sociales en Colombia, afirmaron expertos del sector público y privado en un evento reciente.
El mensaje fue claro: las APP no deben entenderse como procesos de privatización ni transferencias de control. Más bien, son espacios de cooperación que reúnen al Estado, la empresa privada y otros actores sociales para impulsar proyectos con impacto real y tangible.
“Las APP permiten cerrar brechas, construir puentes y establecer pactos entre diferentes sectores para acelerar el desarrollo,” explicaron los voceros.
En Colombia, donde las desigualdades en infraestructura, educación y salud persisten, estas alianzas buscan crear soluciones conjuntas que aprovechen la capacidad técnica y financiera del sector privado sin perder de vista el interés público.
Este enfoque apuesta por generar confianza para que los proyectos funcionen a largo plazo, evitando que el sector público quede relegado o que la participación privada se limite a ganancias rápidas.
Las APP ya respaldan iniciativas en sectores clave como transporte, energía y tecnología, con resultados que han mejorado la conectividad y la calidad de servicios para comunidades vulnerables.
Los expertos insisten en que la transparencia y el seguimiento riguroso son indispensables para que estas alianzas funcionen y no sean usadas solo como fachada de procesos de privatización.
Con esta postura, el debate sobre la cooperación público-privada en Colombia se redefine. No son negociaciones cerradas ni cesiones de soberanía; son estrategias para construir una Colombia más equitativa y moderna.
