Un joven de 20 años fue condenado este jueves en Vannes a 18 meses de prisión con suspensión condicional por una agresión sexual cometida contra una menor de 17 años en Grand-Champ, tras una fiesta de cumpleaños con consumo excesivo de alcohol.
El incidente ocurrió la madrugada del 15 de septiembre de 2024. La víctima se despertó alrededor de las 4 de la mañana al sentir que el acusado la estaba besando y tocando sus partes íntimas sin su consentimiento, y le impuso su sexo en la cara. Fue gracias a la intervención violenta de un amigo de la víctima que el agresor fue sacado de la cama. Cuando llegaron los gendarmes a las 7 de la mañana, el joven presentaba una alcoholemia de 1,28 gramos por litro.
En la audiencia, el acusado se defendió sin abogado y sin acompañamiento, alegando no recordar los hechos debido a su estado de embriaguez. “No tengo ninguna atracción particular hacia ella. Dejé de beber y no mantengo contacto con nadie de esa fiesta”, afirmó sin mostrar empatía hacia la víctima.
“Pensez-vous avoir commis ces faits?” – El procurador Sylvain Darchy, quien calificó la actitud del joven de preocupante
La víctima testificó desde la barra que sufre secuelas psicológicas y trastornos del sueño desde el ataque. El procurador destacó que el acusado se muestra insensible y sin conciencia de la gravedad del delito, mientras la joven estaba visiblemente intoxicada durante la fiesta y se había retirado a dormir lejos tras vomitar.
El tribunal ordenó al agresor seguir un tratamiento obligatorio y le impuso la prohibición de acercarse a la víctima, además de una indemnización de 1.500 euros. Hasta ese momento, el joven no tenía antecedentes penales.
