El Masters 1000 de Shanghai se vive bajo condiciones extremas de calor y humedad que ya dejaron secuelas visibles entre los jugadores.
Este jueves, en un duelo de primera ronda, Terence Atmane, 61° del ranking y principal rival de Camilo Ugo Carabelli, se retiró abruptamente cuando apenas se habían jugado ocho games. El francés empezó arriba 2-0 pero mostró síntomas claros de agotamiento. “Después del primer punto mis manos temblaban, y con cada game me costaba respirar, la cabeza me dolía mucho”, contó Atmane luego de abandonar. Sufrió un cuadro serio de descompensación física por el calor.
No fue el único afectado. Hamad Medjedovic, 65°, también se bajó antes de terminar su partido contra el francés Arthur Rinderknech debido a ampollas y agotamiento por las altas temperaturas. Otro galo, Valentin Royer, sufrió problemas de hidratación tras enfrentar a Mariano Navone. El clima está complicando la competitividad y la salud física de los tenistas.
En contraste, algunos argentinos avanzaron: Francisco Comesaña derrotó al francés Ugo Blanchet, aunque Juan Manuel Cerúndolo cayó ante el chino Yunchaokete Bu. A esta altura, Francisco Cerúndolo y Sebastián Báez preparan sus partidos para la madrugada de este viernes, con la incógnita de cómo influirá el clima en su rendimiento.
Las imágenes desde las canchas son inquietantes: jugadores con temblores, agotados, y retiradas en cadena bajo un calor que se siente excesivo incluso para una competencia de primer nivel. La organización enfrenta un serio desafío para garantizar la seguridad y salud en las próximas jornadas.
El Masters 1000 en Shanghai, una de las fechas claves del calendario ATP, podría replantear sus protocolos ante estas condiciones extremas que sorprenden a atletas y al público. Por ahora, el calor gana terreno y las bajas se acumulan.
