Jonathan Gray salió de un puesto modesto en Blackstone Group para convertirse en su presidente y principal artífice del crecimiento millonario del gigante financiero.
Desde que ingresó en 1992 como analista en la división de fusiones y adquisiciones, Gray se fue abriendo camino hasta dominar el área de bienes raíces, una unidad que fue clave para expandir Blackstone tras la crisis del 2008. Una de sus apuestas más grandes fue la compra de la cadena de hoteles Hilton por US$26.000 millones, operación que disparó las ganancias de la firma y reforzó el imperio que maneja.
En 2011, Gray asumió como jefe global de bienes raíces y en 2018 reemplazó a Tony James como presidente y COO. Hoy, Blackstone administra US$1,1 billones en activos bajo su supervisión, posicionándose como uno de los fondos de inversión privada más importantes del mundo.
Esta meteórica carrera elevó el patrimonio personal de Gray a US$12.000 millones, cifra que planea subir hasta US$15.000 millones hacia 2030, según estimaciones especializadas. Parte de su fortuna proviene no solo de inversiones inmobiliarias, sino también de la creación de Invitation Homes, una mayorista de viviendas que refuerza la división.
Gray nació en 1970 en Highland Park, Illinois, de familia clase media, y se graduó en Economía en la Universidad de Pensilvania, demostrando desde temprano su talento para el análisis financiero.
Prefiere mantener perfil bajo, a pesar de vivir en una mansión valuada en US$70 millones en los Hamptons y otras propiedades en Nueva York y Florida. También aporta a causas filantrópicas como el Basser Research Center.
Su historia es un caso raro en Wall Street: escalar desde la base hasta la cima en una sola empresa y convertirla en un titán global.
