La tormenta tropical Gabrielle se fortalece rápidamente y amenaza con convertirse en huracán categoría 2 este lunes, cercano a categoría 3, informó el Centro Nacional de Huracanes (NHC).
Gabrielle mantiene vientos máximos sostenidos de 104 km/h y se espera que alcance hasta 177 km/h (110 mph) para la noche del 22 de septiembre. Esto la ubicaría a solo dos kilómetros por hora de ser un huracán mayor.
El ciclón avanza hacia el noroeste a 19 km/h, ubicado a menos de 644 kilómetros al sureste de Bermuda. Aunque el impacto directo en la isla parece menos probable, el NHC advirtió que las olas y resacas peligrosas ya afectan la zona y continuarán durante los próximos días. Piden precaución extrema a residentes y turistas.
Además, se prevé que esos fuertes oleajes alcancen la costa este de Estados Unidos desde Carolina del Norte hacia el norte, así como el este de Canadá Atlántica desde el domingo por la noche y durante toda la próxima semana. El NHC alertó sobre riesgo de corrientes de resaca potencialmente mortales para quienes estén en zonas costeras.
“Las olas generadas por Gabrielle impactarán la isla y cambiarán las condiciones del mar con corrientes de retorno muy peligrosas”
Gabrielle se desarrolló este mes de septiembre, partiendo de una zona de vigilancia llamada Invest 92L. El fenómeno llega tras una pausa en actividad tropical en el Atlántico durante esta temporada, pero con riesgo alto de intensificación rápida dada la temperatura del mar y la baja cizalladura del viento.
El NHC también monitorea dos áreas con posibilidad de desarrollo ciclónico en el Atlántico. Una está al suroeste de las islas de Cabo Verde, con probabilidad media de evolucionar en los próximos días, y otra área dispersa de tormentas a más de 800 km al este de las Islas de Barlovento, con poco potencial de fortalecimiento inmediato.
La temporada de huracanes del Atlántico vive su segunda mitad, cuando suelen aparecer los ciclones más fuertes, y Gabrielle podría ser el segundo huracán del año en esta cuenca.
En resumen, Gabrielle acelera hacia la costa este de América del Norte con riesgo de olas y corrientes peligrosas. Las autoridades en Bermuda, Estados Unidos y Canadá mantienen vigilancia y recomendación de mantenerse informados y evitar actividades en el mar.
