Juan Bautista Bustos fue elegido en 1820 como el primer gobernador de Córdoba mediante voto popular, un hecho pionero en Argentina. Su liderazgo federal marcaría la política provincial, con fuerte apoyo de la población rural y los gauchos que buscaban participación real en la política frente al dominio porteño.
Nacido en Punilla, Bustos sirvió en las Invasiones Británicas y luego en las guerras de independencia. Fue un militar destacado, con apoyo de líderes como José de San Martín y Belgrano, y tomó parte en el histórico “Motín de Arequito”, donde rechazó la guerra civil para defender a las provincias.
Su gobierno se centró en mejorar la educación pública y la infraestructura en Córdoba. En 1822 creó la Junta Protectora de Escuela para fomentar la escolarización en cada distrito, con énfasis en salarios dignos para maestras y mejor gestión. También impulsó la Universidad local ampliando estudios y otorgando títulos.
En lo económico, Bustos sostuvo el comercio regional, la ganadería vacuna y ovina, y una agricultura de subsistencia que incluía trigo, maíz, ajíes y tabaco, regulando además el comercio y la aduana provincial. Su base política fue mayoritariamente rural, que representaba el 85% de la población.
El federalismo de Bustos enfrentó la hegemonía de Buenos Aires durante los tumultuosos años post independencia. Se negó a apoyar la Constitución de 1819 y promovió un Congreso Federal para organizar el país de forma viable, aunque el proyecto fracasó por la negativa porteña.
En 2010 Córdoba repatrió sus restos, pasando de Santa Fe a la Catedral local, junto a su antiguo rival José María Paz. Además, en 2009 se formó el Cuerpo Especial de Honores “Los Federales de Bustos”, con uniforme inspirado en el siglo XIX para mantener viva su memoria en la provincia.
El legado de Bustos sigue vigente como símbolo de la participación popular y el federalismo rural, pionero en instalar la democracia directa en Argentina, y un impulsor clave de la educación pública en Córdoba.
