En Marruecos, jóvenes del movimiento GenZ 212 mantienen una firme presencia en las calles tras varios días de represión policial que buscaron frenar cualquier tipo de concentración.
El movimiento, nacido con el objetivo de exigir cambios políticos, ha optado por la vía del pacifismo para desafiar directamente al jefe del gobierno. Su demanda central es clara: quieren un nuevo ejecutivo que responda a sus inquietudes y problemas cotidianos.
Durante días, la policía ha intentado dispersar las manifestaciones, pero los jóvenes se han mantenido firmes y visibles, consolidando una protesta que ya no parece temporal. Las calles del Reino se han convertido en un escenario de tensión creciente.
GenZ 212 insiste en que esta lucha es pacífica y busca visibilizar el descontento de una generación que siente que sus demandas no llegan a las instituciones.
Hasta ahora no ha habido declaraciones recientes de autoridades que modifiquen el curso de las protestas, que podrían marcar un punto de inflexión en la estabilidad política marroquí.
