La crisis habitacional en Argentina golpea con fuerza: 1 de cada 3 familias vive en viviendas inadecuadas, según datos recientes. La precariedad en las condiciones de vivienda afecta a un tercio del país, un número alarmante que refleja el aumento del déficit habitacional y la falta de políticas efectivas para abordarlo.
El problema incluye hogares con insuficiente acceso a servicios básicos, hacinamiento, y estructuras en mal estado. Las familias en zonas urbanas y rurales enfrentan dificultades para encontrar soluciones habitacionales dignas en un contexto económico complejo y con precios de construcción en alza.
Especialistas alertan que sin un plan integral que contemple subsidios, regulaciones y programas de construcción accesible, esta cifra continuará creciendo, profundizando la desigualdad social y generando impacto directo en calidad de vida, salud y educación.
La situación empuja a miles a recurrir a viviendas improvisadas, barrios marginales o condiciones inestables, mientras se incrementa la demanda de soluciones habitacionales a nivel nacional.
La problemática es uno de los temas sociales más urgentes del país y un desafío para gobiernos provinciales y nacionales que buscan equilibrar recursos y políticas frente a esta emergencia.
