En la Escuela Primaria Nº56 de La Plata, Ángela, una mujer de 100 años, se convirtió en protagonista al cumplir con su derecho y deber de votar pese a no estar obligada. Llegó apoyada en su andador, acompañada por su hermana, y con toda la convicción participó en las elecciones provinciales.
Un video que se viralizó en redes la muestra llegando lentamente a la mesa, donde la autoridad electoral le explicó el proceso de votación en esta elección con modalidad nueva. Sin titubear, Ángela se dirigió al biombo y luego depositó su voto en la urna, un gesto que emocionó a vecinos y usuarios en redes sociales. “Cumplir con la democracia no tiene edad”, expresó quien la asistió, marcando la fuerza de su compromiso cívico.
Al mismo tiempo en Córdoba, la historia fue distinta para Oscar D’Olivo, un hombre de 104 años que no pudo votar porque su nombre fue eliminado del padrón electoral. D’Olivo denunció que no fue notificado y expresó su indignación en medios locales:
“Quiero preguntar a la Junta Electoral por qué me han sacado del padrón. ¿Porque soy delincuente o algo así? Toda mi vida fue sana y tengo testigos.”
Fuentes judiciales atribuyeron la exclusión a errores administrativos o a actualizaciones automáticas en los registros civiles, un problema que afecta especialmente a las personas mayores de 100 años.
El contraste entre Ángela y Oscar refleja dos realidades en esta elección: mientras una centenaria rompe barreras para votar, otro queda fuera por fallas del sistema electoral. En medio de la jornada, el gesto de Ángela se volvió un símbolo de compromiso y respeto por la democracia.

































