Más de 8.500 personas se concentraron hoy frente al Palacio de San Telmo en Sevilla para exigir transparencia y soluciones ante la crisis del cribado de cáncer de mama en Andalucía. La manifestación, convocada por Amama, asociación de mujeres afectadas, puso en jaque al gobierno de Juanma Moreno Bonilla, marcando la crisis política más grave desde que llegó al poder.
Desde el escenario, Ángela Claverol, presidenta de Amama, desafió al Ejecutivo con la frase “Ahora ya sabe Moreno Bonilla quiénes somos”, apuntando al descontento por la gestión y la privatización de la sanidad pública. Según la Policía Nacional, la protesta superó las 8.500 personas, aunque los organizadores elevaron esa cifra hasta 30.000. La Subdelegación del Gobierno y la Policía Local dieron cifras menores. La disputa numérica suma tensión política.
El foco está en la discrepancia sobre las mujeres afectadas por retrasos en los seguimientos de mamografías BI-RADS 3, consideradas “probablemente benignas” pero que requieren controles en tiempos estrictos. La Junta afirma que son 2.317 las mujeres con retrasos superiores a 12 meses en su segunda prueba, aunque Amama sostiene que podrían ser hasta 20.000.
La cifra oficial incluye solo a mujeres sanas de entre 47 y 71 años cuyos seguimientos demoraron más allá del plazo clínico. Según la Junta, para octubre de 2025 ya se realizaron controles a casi el 76% de ellas. Sin embargo, Amama critica que no cuenta a todas las afectadas que ya tenían retrasos previos, lo que profundizaría el problema.
La protesta fue transversal: familias, mujeres mayores de 50, jóvenes y sindicatos, con presencia política menor pero visible. Políticos del PP minimizan la convocatoria. Toni Martín, portavoz del PP, calificó la concentración como “fracaso absoluto” y acusó a la izquierda de usar fondos públicos para asistir.
En un giro, el senador PP Antonio Sanz pidió este domingo respeto y apoyo a las asociaciones, tras acusar previamente a Amama de difundir “infundios” en su denuncia ante la Fiscalía por supuesta manipulación de mamografías, una investigación en curso en Sevilla.
Claverol, pensionista y paciente oncológica, destacó la labor voluntaria de Amama desde 1995, que apoya a mujeres en cuatro hospitales públicos de Sevilla, y denunció intentos recientes de deslegitimar su trabajo. La presidenta anunció una posible reunión con la Junta la semana próxima, aunque desde el gobierno aseguran desconocer fecha.
Esta crisis, detonada hace casi un mes con testimonios filtrados a La Ser, ha puesto a la sanidad pública de Andalucía en el ojo del huracán justo cuando el Ejecutivo intenta poner orden. La exigencia mayor es clara: datos reales, transparencia y respuestas para miles de mujeres que reclaman seguimiento médico adecuado y respeto.

































