Apple salió a frenar la polémica por la supuesta fragilidad del nuevo iPhone Air, que tiene apenas 5.6 mm de grosor y generó dudas sobre su resistencia ante el uso diario.
La compañía de Cupertino compartió esta semana con Tom’s Guide un video exclusivo donde muestran una prueba de flexión que somete al equipo a 130 libras de presión (59 kilogramos) justo en el centro del dispositivo. En las imágenes se observa que el iPhone Air resiste y “retrocede notablemente bien”, sin ninguna curva permanente después del test.
El cambio clave respecto a modelos anteriores —como el polémico iPhone 6, que sufrió el famoso “Bendgate”— es el uso de un marco de titanio, más rígido y resistente que el aluminio. Apple asegura que este iPhone Air “supera sus estrictos requisitos de resistencia a la flexión” y lo promociona como el más duradero que han fabricado.
Además de la prueba de flexión, Apple mostró otros videos de durabilidad. Entre ellos, uno con la cubierta frontal Ceramic Shield 2 de los modelos iPhone 17, que según la empresa ofrece una resistencia a los arañazos 3 veces superior. Otro video simula caídas para poner a prueba el iPhone 17 Pro.
Como es habitual, las muestras de Apple reflejan resultados positivos, pero la duda queda instalada entre usuarios y especialistas a la espera de tests independientes —por ejemplo, de youtubers— para confirmar estos datos.
Con esta estrategia Apple busca controlar la narrativa antes del lanzamiento y evitar críticas similares a las de años anteriores, aunque el tiempo y la experiencia de uso real terminarán de validar o desmentir esta confianza.
El iPhone Air llegará a las tiendas con la presión de demostrar que un diseño ultradelgado no está reñido con la resistencia que exigen los usuarios hoy en día.
