La Municipalidad de Bariloche estableció nuevas reglas para la instalación y funcionamiento de food trucks y unidades móviles gastronómicas en la ciudad. La medida quedó formalizada esta semana mediante la resolución 2341 firmada por el intendente Walter Cortés.
La autorización será “excepcional y por tiempo determinado”, válida por un año hasta el 30 de septiembre, y busca ordenar una situación que en la gestión anterior se volvió flexible, con proliferación de puestos sin controles claros.
Se definieron “núcleos de servicios” en espacios públicos específicos: el Paseo del Este, la playa Centenario y el acceso al cerro Catedral. Además, se habilitaron puestos móviles en avenidas principales como Bustillo, De los Pioneros, la Ruta Provincial 82, la zona del Alto y Esandi.
Las unidades deberán contar con una oblea identificatoria con código QR que permita verificar la titularidad y datos de habilitación comercial, además de pagar un canon mensual que varía según la zona y la temporada. Este canon se cobra en módulos fiscales, cuyo valor actual es de 373 pesos.
En temporada alta, que va del 16 de diciembre al 14 de marzo, el canon para la mayoría de las ubicaciones será de 373.000 pesos mensuales, excepto en el acceso al cerro Catedral, donde asciende a 2,6 millones de pesos. En temporada baja, del 15 de marzo al 15 de diciembre, el canon baja a 223.800 pesos en la mayoría de los puntos y a 787.776 pesos en el ingreso al cerro.
A estos costos se suma el pago obligatorio de la tasa de Inspección, Seguridad e Higiene (Tish), además de cumplir con todos los requisitos legales y comerciales vigentes.
“Con esta medida, el municipio busca consolidar una regulación clara y ordenada de la actividad, garantizando transparencia, equidad y control en el uso de los espacios públicos, al tiempo que promueve oportunidades laborales y el desarrollo del comercio móvil en Bariloche”, indicaron desde el gobierno.
Los controles estarán a cargo de la subsecretaría de Inspección General, que supervisará la correcta ubicación y habilitación de los food trucks. Esta regulación apunta a frenar la proliferación desordenada y crear un sistema claro y rentable para la ciudad y los emprendedores.
