Belén Esteban y Toño Sanchís se vieron las caras hoy en la Audiencia Provincial de Madrid en el inicio del juicio que se prolongará varios días por una deuda de casi 400 mil euros.
Sanchís, exmanager de Esteban, enfrenta tres años y medio de prisión y debe pagar una indemnización de 339.549 euros por un presunto delito de apropiación indebida entre 2009 y 2015. La demanda, presentada hace una década cuando Esteban detectó irregularidades en sus cuentas, fue estimada en primera instancia y confirmada por la Audiencia, que además condenó a la agencia de representación Lorant S.L. a abonar 388.868 euros.
De esa suma, Sanchís solo pagó 49.318 euros en efectivo y entregó la residencia familiar con una hipoteca pendiente de más de 200 mil euros. Esta mañana, Esteban llegó acompañada por su marido, Miguel Marcos, visiblemente nerviosa, mientras Sanchís hizo su aparición sonriente y tranquilo, con su abogado Javier Vasallo.
Tras dos horas de audiencia, ambos abandonaron la sala para un receso. Sanchís evitó hacer declaraciones y su abogado rechazó confirmar si buscarán un acuerdo para evitar la cárcel. Por su parte, Esteban se limitó a afirmar ante la prensa:
“No voy a decir nada hasta que no acabe el juicio… yo estoy bien. Ya ha llegado por lo menos”
El proceso revisará capítulo por capítulo la administración de los cobros de Esteban durante seis años y la supuesta apropiación indebida que gatilló la ruptura y la demanda. Este juicio es resultado de un litigio que empezó hace una década y que para Belén significa un cierre pendiente.
La justicia española continúa ahora con la soberanía de decidir si las pruebas presentadas por Esteban son suficientes para sentenciar al exmanager. La expectación es alta en medios de entretenimiento y judiciales ante un posible fallo que podría determinar un castigo ejemplar para managers y representantes a futuro.
