Boca Juniors sufrió un golpe duro este lunes en La Bombonera al perder 0-1 contra Belgrano por la continuidad de la fecha 13 de la Copa de la Liga, alejando sus chances de clasificar a la Copa Libertadores 2024.
El Xeneize dejó pasar una oportunidad ideal para subirse a los primeros puestos de ambas tablas y ahora dependía de resultados externos, pero terminó complicándose aún más. La derrota lo sacó de los ocho primeros de la Zona A y de la zona de playoffs, ubicándolo noveno, con riesgo de caer a la 11ª posición si Unión y Huracán ganan sus próximos encuentros.
Esta caída implica que Boca tiene un único compromiso ineludible: vencer a Barracas Central el próximo lunes 27 de octubre a las 16 horas en el estadio Claudio “Chiqui” Tapia.
El partido ante Barracas, que fue reprogramado por el fallecimiento de Miguel Ángel Russo, es vital para mantener la esperanza. Solo un triunfo permitirá que Boca recupere el segundo lugar de la tabla anual y tenga plaza directa para la Libertadores. Si pierde, dependerá nuevamente de resultados ajenos para continuar soñando con el torneo continental, que no disputa desde hace dos años.
Para peor, ayer Deportivo Riestra dio la sorpresa al vencer 1-0 a Instituto, desplazando a Boca al quinto puesto en la tabla que juega el partido pendiente contra Barracas. Esto deja la clasificación en manos del propio equipo pero con presión máxima.
Boca debe ganar sí o sí para no perder terreno frente a rivales directos en lo que resta del torneo clausura y la Copa Argentina, donde la situación también puede influir. La derrota con Belgrano y el empate 2-2 entre Barracas y Tigre complicaron el panorama y dejaron un “lunes negro” para el club más grande del fútbol argentino.
La ansiedad crece en La Bombonera y en la hinchada que exige un regreso rápido a la Libertadores, algo que parecía natural hace años pero hoy es una lucha difícil. Este lunes se definirá mucho para el futuro inmediato del Xeneize, que no puede permitirse otro tropiezo.
