Carlos Sainz sorprendió al terminar décimo en el Gran Premio de Singapur de Fórmula 1 tras partir desde el último lugar de la grilla por una descalificación.
La Federación Internacional del Automóvil (FIA) descalificó a Sainz y a su compañero Alex Albon luego de la clasificación debido a irregularidades en el alerón trasero de ambos Williams FW47. El DRS de sus monoplazas superaba los 85 mm permitidos, una violación que el equipo no pudo justificar pese a sus propios controles previos.
Esto los obligó a largar desde la posición 19 en una pista como Marina Bay, donde adelantar es complicado por su alta carga aerodinámica.
Desde el fondo, Sainz realizó una remontada sostenida. Logró avanzar rápidamente a la posición 18, pero fue frenado durante varios giros por Esteban Ocon. La clave de su recuperación estuvo en la estrategia de neumáticos: salió con blandos para lograr un ritmo más alto que le permitió superar a rivales como Isack Hadjar, beneficiado por problemas mecánicos.
“Ha sido una carrera inesperada. Hemos limitado daños con Aston Martin y Red Bull”,
dijo Sainz, quien cortó una racha de cinco carreras sin sumar puntos.
El décimo puesto no solo le da puntos vitales a Williams en un fin de semana difícil, sino que también confirma la capacidad de Sainz para maximizar el rendimiento en situaciones adversas.
El equipo inglés sigue enfrentando limitaciones con su monoplaza, que no se adapta bien a los circuitos de alta carga aerodinámica como Singapur. Aun así, la inteligencia en la gestión de gomas y la conducción de Sainz permitieron rescatar un resultado positivo.
Williams tendrá que corregir las irregularidades técnicas para evitar futuras sanciones, pero esta remontada ofrece un respiro en un campeonato complicado para la escudería.
