La expresidenta Cristina Kirchner volvió a apuntar duramente contra Javier Milei este domingo, en una seguidilla de mensajes desde su arresto domiciliario en Constitución. Su nuevo ataque llegó a menos de dos semanas de las elecciones del 26 de octubre, cuando proyectó una devaluación inmediata si el líder libertario llega al poder.
Desde su tradicional San José 1111, CFK lanzó:
“¡Ay Milei!… Me parece que se avivaron que después del domingo 26 devalúas”
y agregó datos contundentes:
“Ayer, el Contado con Liqui se fue a más de 1500 pesos y el Riesgo País a más de 1200”
.
Criticó también la intervención del Banco Central pese a la retórica libertaria:
“No dolarizaste, no quemaste el Banco Central (al contrario, lo usás para intervenir el precio del dólar)”
. Para CFK, la promesa de un mercado libre de monedas fracasó y el impacto ya es visible, con consumo desplomado, fábricas cerrando y más dólares guardados “en el colchón”.
En un mensaje desafiante, rebautizó irónicamente el espacio de Milei:
“LLA: La Recesión Avanza … ¡y los dólares se te siguen yendo!”
.
Además, cuestionó la gestión económica actual por gastar más de $1000 millones en dólares en dos días, que según ella favorecen el carry trade y no la defensa del peso argentino, y denunció que parte de ese gasto se financia con préstamos del FMI, Banco Mundial y BID. Advertió sobre un riesgo de “explosión económica” si el Gobierno busca crédito en Estados Unidos.
CFK también salió al cruce de las acusaciones vinculadas al candidato de La Libertad Avanza, José Luis Espert, sobre presuntos nexos con narcotráfico. Citó a la ministra Patricia Bullrich y preguntó directamente a Milei:
“¿Y lo del ‘Profe’ Espert? ¿Qué me contás? Tu primer candidato a diputado nacional en la PBA, el que gritaba ‘cárcel o bala’… asociado y recibiendo dólares de los narcos. Ustedes son todos iguales… gritan en la tele y arreglan por abajo.”
Esta semana Cristina Kirchner ya había puesto en tensión el escenario político y económico al alertar de un posible default al mencionar la venta acelerada de reservas del Banco Central y la solicitud de nuevos préstamos internacionales.
Su tono apunta a sembrar dudas sobre la capacidad de la gestión actual y del espacio libertario para manejar la economía tras las elecciones. El duelo político y económico en Argentina se calienta a 36 días del voto.
