China volvió a sacudir hoy la industria automotriz mundial con más de 100 marcas de autos, una cifra que supera a la suma de Estados Unidos, Europa, Japón y Corea. Estas cifras, vigentes a octubre de 2025, confirman que China ya no es solo un fabricante de bajo costo, sino un competidor global consolidado.
Con más de 24 millones de vehículos vendidos anualmente, China tiene un mercado interno enorme y diverso, capaz de soportar la oferta más amplia del mundo. La evolución en cinco categorías principales muestra la sofisticación que ha alcanzado el sector local:
- Marcas de bajo costo: Vehículos con tecnologías antiguas, apuntados especialmente a ciudades menores y zonas rurales. Ejemplos: Hengrun, ZX Auto, JMC.
- Marcas generalistas: Divididas en entrada, mainstream y upper-mainstream. Destacan JAC, MG (con 196.324 unidades patentadas en Europa solo en 2025), Geely y BYD (95.346 vehículos registrados en Europa).
- Marcas semi-premium: Voyah, Zeekr y Xpeng, estas últimas con una significativa demanda en Europa, fueron patentadas más de 10.000 unidades en 2025.
- Marcas premium: Aunque poco conocidas fuera de China, firmas como Denza y Yuanhang están en fuerte expansión.
- Start-ups y vehículos eléctricos: Nombres como Xiaomi, NIO (presente en Europa con 593 vehículos desde enero) y Li Auto impulsan la revolución eléctrica.
China produce hoy más marcas que todo Occidente y Asia combinados: 57 marcas europeas, 14 japonesas, 14 estadounidenses y 4 coreanas. Su estrategia no queda en la exportación masiva, sino en la segmentación cuidada, con propuestas para todos los segmentos del mercado.
En Europa, BYD se posiciona fuertemente con más de 95.000 vehículos patentados en los primeros ocho meses de 2025, mientras MG y otras marcas continúan ganando terreno. La presencia de marcas semi-premium y las incursiones de high-tech EVs representan un desafío directo a los líderes tradicionales.
El sector automotriz global verá en los próximos años una competencia intensificada impulsada por China, que pasó de aprendiz a maestro tras décadas copiando tecnologías occidentales. Hoy lidera no solo en volumen, sino en innovación, especialmente en electrificación.
Para la industria local argentina y sudamericana, la llegada masiva de marcas chinas puede cambiar el mercado de vehículos importados a mediano plazo, con opciones diversificadas y precios más competitivos.
El gigante asiático ya no es solo un fabricante: es un jugador estratégico que amenaza con redefinir la geografía del sector automotor mundial.
