Santa Marta se presenta como el destino ideal para este fin de semana con ofertas que combinan naturaleza, cultura y buena comida en el Caribe colombiano.
La primera recomendación es la casi intacta Playa Chengue, ubicada dentro del Parque Nacional Natural Tayrona. Sus manglares, aguas cristalinas y arena dorada están protegidos por un acceso restringido para garantizar tranquilidad total. Se puede llegar en lancha desde Taganga o a pie con guía por senderos ecológicos.
A solo 40 minutos del centro de Santa Marta, Minca ofrece turismo de montaña con cascadas como Pozo Azul y la Cascada Marinka, fincas cafeteras y miradores con vistas que sorprenden a cualquier visitante. Es un plan ideal para quienes prefieren trekking y ecoturismo. No falta el café local para recargar energías.
En materia gastronómica, el centro histórico no decepciona. Allí se puede probar desde pescado frito y arroz con coco hasta patacones y suero costeño en los restaurantes locales. Para mariscos frescos con vistas al mar, El Rodadero es la opción con tragos tropicales para cerrar la jornada.
Para los que buscan un cierre de día inolvidable, el atardecer en Taganga o Bahía Concha impacta con panorámicas directas del mar Caribe. Taganga ofrece un ambiente más movido con música y comida típica, mientras Bahía Concha es más tranquila, perfecta para nadar y hacer snorkel.
Finalmente, recorrer el centro histórico de Santa Marta permite revivir la historia de la ciudad más antigua de Colombia. La Catedral Basílica, el Parque de los Novios y el Museo del Oro Tairona son parada obligada. Por la noche, las calles se llenan de artistas, cafés y terrazas animadas.
Consejo clave: planeá con anticipación, respetá las normas ambientales y apostá al turismo responsable para disfrutar sin afectar estos espacios.
Santa Marta ofrece un fin de semana cargado de experiencias para cualquier gusto, entre playas vírgenes, montañas y sabores auténticos del Caribe colombiano.
