En Argentina, más de la mitad de la población no cuenta con aportes previsionales formales, un problema estructural que pone en duda la sustentabilidad de la jubilación estatal.
Silvia Stang, editora de Economía en La Nación, explica que la jubilación combina una prestación básica universal —actualmente unos 146.000 pesos— y un pago proporcional calculado sobre años y salarios aportados. Pero la mitad de los trabajadores está fuera del sistema formal, lo que fuerza a moratorias para acceder a una prestación.
Hoy, siete de cada diez jubilados consiguieron su prestación gracias a esas moratorias, un dato que alerta sobre la necesidad de planificar alternativas.
Maximiliano Donzelli, jefe de Inversiones en IOL Inversiones, sostiene que “invertir es fundamental para complementar la jubilación estatal”. El sistema público depende de la fortaleza de sus activos, pero “la inversión permite construir un ahorro tangible y aprovechar el interés compuesto”.
El monto promedio de jubilaciones sin moratoria ronda los 800.000 pesos, insuficiente para mantener un nivel de vida activo, especialmente con la informalidad laboral como telón de fondo.
Además, en el sector monotributista la situación es aún más complicada: tres de cuatro aportan montos bajos —entre 13.000 y 16.000 pesos mensuales— que limitan sus futuros beneficios, según Stang.
Como solución, los seguros de retiro se presentan como una herramienta complementaria desde 1987. Flavia Núñez, especialista en seguros, afirma que “permiten ahorrar antes de gastar, funcionando como un orden financiero que puede manejarse en pesos o dólares, y no generan deuda si se suspenden aportes temporariamente”.
El impacto de comenzar temprano es clave: con un aporte de 100 dólares mensuales, a 20 años se puede llegar a unos 40.000 dólares y hasta 70.000 si se inicia a los 40 y se mantiene constante hasta la jubilación.
Donzelli insiste en la diversificación para mitigar riesgos locales: “No hay que poner todo en Argentina. CEDEARs y ETFs permiten invertir en índices internacionales como el S&P 500 o Nasdaq desde el país. La clave es la constancia, no acertar el mejor momento”.
Stang cierra con un mensaje claro: “La jubilación requiere conciencia financiera, equilibrio entre presente y futuro, y conocimiento para tomar decisiones informadas”.
El dato: siete de cada diez jubilados dependen de moratorias y la informalidad laboral sigue minando la sostenibilidad del sistema público.
