Comprar una casa tradicional en Estados Unidos se volvió inaccesible para muchos por los altos precios, que superan los US$500.000 en promedio. Ante esto, las casas prefabricadas ganan terreno como una opción más barata y rápida de construir.
Según el informe de Triad, entidad financiera que financia estas viviendas, en septiembre de 2025 los costos de las estructuras prefabricadas varían según el tipo de casa:
Single-wide (una sola sección): entre US$100.000 y US$200.000. Casas modulares con acabados superiores y más espacio arrancan en US$150.000 y pueden superar los US$300.000.
Estos precios solo cubren la estructura. La compra del terreno, preparación del sitio y conexiones aumentan el costo total. Transportar y montar la casa cuesta entre US$5.000 y US$10.000, mientras que preparar el terreno y la cimentación estiman entre US$5.000 y US$20.000. Sumar servicios básicos (agua, electricidad) puede sumar otros US$2.000 a US$10.000. Permisos y revisiones técnicas llegan a un máximo de US$3.000.
| Gastos estimados | Rango |
| Transporte | US$5.000 – US$10.000 |
| Preparación y cimentación | US$5.000 – US$20.000 |
| Conexiones básicas | US$2.000 – US$10.000 |
| Permisos | US$1.000 – US$3.000 |
Además, la personalización con mejoras como encimeras de granito, electrodomésticos Energy Star, paneles solares o domótica puede sumar desde US$10.000 hasta US$50.000 extras.
En total, comprar e instalar una casa prefabricada en EE.UU. en 2025 puede costar entre US$100.000 y más de US$300.000. Esto la convierte en una opción más accesible frente al mercado tradicional, que sigue lejos del alcance de muchos.
Las casas prefabricadas, que se construyen en fábricas y se montan en el terreno, ganan popularidad por su rapidez, calidad controlada y costos más bajos. Los formatos van desde casas compactas de menos de 600 pies cuadrados hasta modulares que parecen viviendas convencionales.
Con la crisis en el mercado inmobiliario tradicional, esta alternativa abre una ventana para quienes buscan vivienda propia sin la carga de precios imposibles en grandes ciudades de EE.UU.
