Un hombre de 53 años fue detenido en el Gran Buenos Aires acusado de abandonar el cuerpo de una jubilada de 84 años tras un secuestro brutal. La víctima, identificada como Estanislada Benedicto Rodríguez, fue atada con frazadas y trasladada más de 100 kilómetros desde Glew hasta la ruta provincial 29, a la altura de General Belgrano.
La Policía Bonaerense encontró el cadáver el 24 de agosto a la altura del kilómetro 116,5 de la autovía. Por su estado, se desconocía la identidad en un primer momento; la Dirección Departamental de Investigaciones (DDI) de Dolores encabezó la pesquisa para determinar qué pasó y quién estaba involucrado.
La investigación reveló que la mujer aún estaba con vida cuando la dejaron abandonada. La autopsia confirmó que murió por abandono y porque no pudo liberarse de las frazadas en las que estaba atada. Se reconstruyó que la víctima vivía sola y que su único ingreso era la jubilación.
El acusado, Cristian Eduardo Ochoa, era el apoderado de la jubilada para cobrar su pensión. Testigos explicaron que lo acompañaba al banco para extraer dinero con la huella digital de ella y la ayudaba con trámites. Sin embargo, quedó firme la sospecha de que la relación era abusiva.
El Renault 19 bordó que usó para trasladar a la víctima fue identificado gracias a las cámaras de seguridad de la zona. Luego, el análisis bancario confirmó que se hicieron extracciones de dinero de la cuenta de la mujer un día después de su muerte. Además, el celular de Ochoa estuvo en el área del hallazgo del cuerpo.
Tras varios allanamientos, Ochoa fue detenido acusado del delito de “abandono de persona agravado” y se incautaron dos celulares y el vehículo involucrado. La causa quedó bajo la atención de la Unidad Funcional de Instrucción N°10 y el Juzgado de Garantías N°5 del Departamento Judicial Dolores.
Este caso pone en evidencia la vulnerabilidad de los adultos mayores y la urgencia de proteger sus derechos. La violencia y el abandono contra personas mayores son delitos graves y no serán tolerados.
