El dólar paralelo cerró ayer lunes 29 de septiembre a $1430 para la venta en el mercado informal, en medio de un contexto todo menos tranquilo tras la dura derrota electoral del oficialismo en la provincia de Buenos Aires.
El dólar oficial, por su parte, terminó la jornada en $1378,76 para la venta, con el Banco Nación ofreciendo una cotización similar de $1380. La brecha entre ambos mercados sigue ampliándose, presionando la escena financiera local.
La inflación de agosto se ubicó en un 1,9%, por debajo del techo mensual de 2% pero aún por encima del piso del 1,5% marcado en mayo. Este dato se dio sin un traslado inmediato a precios tras el salto que experimentó el dólar a fines de julio y principios de septiembre, lo que puede ser un respiro para el Gobierno a pocas semanas de las legislativas nacionales.
La disparada del dólar paralelo y los movimientos en el mercado son vistos como un termómetro del mercado que sigue nervioso luego del impacto político. El índice de precios al consumidor (IPC) de septiembre se conocerá recién el 14 de octubre, justo días antes de los comicios legislativos.
El dólar minorista cerró a $1323,75 para la compra, mostrando una leve diferencia con la tasa venta oficial y sin señales claras de estabilización a corto plazo.
En definitiva, la tensión cambiaria persiste tras la derrota electoral y mientras la inflación fluctúa dentro de una banda alta, con los mercados atentos a cómo se desarrollarán las próximas semanas clave para el Gobierno y la economía argentina.
