Ed Craven y Bijan Tehrani, dos jóvenes que comenzaron jugando videojuegos online, crearon Stake.com, un criptocasino que revoluciona las apuestas digitales a nivel mundial. Desde sus casas, sin pasar por bancos, desarrollaron una plataforma que permite apostar con criptomonedas, atrayendo a millones y generando miles de millones de dólares en ingresos.
La empresa arrancó en 2017 y explotó durante la pandemia con una estrategia agresiva: pagar a streamers en Twitch para que mostraran juegos en vivo usando Stake. Esa maniobra disparó los ingresos, que treparon de 100 millones a más de 2.000 millones de dólares en solo dos años. Además, crearon Kick, una plataforma alternativa a Twitch para sortear bloqueos.
Craven y Tehrani no solo facturan en grande, también invierten en visibilidad con patrocinios de la Fórmula 1, la Premier League y la UFC, consolidándose como líderes del mercado global, incluso con restricciones en Estados Unidos y Reino Unido.
Actualmente, ambos figuran en la lista de multimillonarios de Forbes, con un patrimonio estimado de 2.800 millones de dólares cada uno, todo basado en criptomonedas y marketing agresivo. Stake se mantiene imparable, cambiando las reglas del juego en el mundo del entretenimiento online.
El éxito de estos dos veinteañeros demuestra que una idea simple y bien ejecutada, apoyada en tecnología y criptomonedas, puede crear un negocio global con cifras de alta escala en tiempo récord.
