Peter Lamelas, embajador estadounidense en Argentina, anunció inversiones “sin precedentes” de empresas norteamericanas en el país, según un mensaje publicado en su cuenta de X (ex Twitter). El diplomático anticipó un desembarco masivo de capitales extranjeros en línea con la estrategia del gobierno argentino para atraer apoyo financiero internacional.
“Las empresas estadounidenses y el mundo occidental están al borde de invertir una cantidad de capital sin precedentes en la soberana República Argentina, lo que hará que Argentina vuelva a ser grande”, afirmó Lamelas, frase que rápidamente generó impacto en la política y economía local.
El anuncio llega tras una reunión con el Consejo Empresarial Estados Unidos–Argentina (USABC), que agrupa a las principales compañías americanas con operaciones en el país. El organismo destacó el diálogo directo con el embajador y su “liderazgo proactivo” para fortalecer los lazos comerciales y buscar nuevas oportunidades de inversión privada.
En paralelo, desde el Tesoro de Estados Unidos aclararon que no se trata de un aporte directo de dinero, sino de un posible swap de monedas y otras herramientas financieras en estudio, como la compra de bonos argentinos en dólares y líneas de crédito stand-by.
Scott Bessent, secretario del Tesoro estadounidense, había adelantado días atrás que varias empresas están evaluando inversiones directas en Argentina, condicionadas a resultados políticos y económicos después de las próximas elecciones. Según Bessent, “numerosas compañías planean inversiones importantes en diversos sectores si el panorama se estabiliza”.
Lamelas se comprometió a trabajar “día y noche” para consolidar este vínculo estratégico y gestionar el ingreso de capitales que beneficien a ambos países. “Dios bendiga a la Argentina y a América”, agregó en su mensaje.
Fuentes cercanas a la Casa Blanca describen la relación bilateral como “una etapa de cooperación y confianza renovada” y aseguran que Washington sigue muy de cerca las negociaciones argentinas con organismos internacionales y bancos estadounidenses.
Este anuncio marca un paso positivo en la intención de reactivar el flujo de inversiones extranjeras en un contexto económico complejo, aunque el volumen y los plazos concretos aún dependen de la situación política local y resultados del diálogo internacional.
