Este 31 de octubre se cumplen 12 años del incendio que arrasó casi por completo el histórico ex Instituto de Menores Valentín Vergara, ubicado en la esquina de Almafuerte y Holdich. El fuego estalló tras un motín interno que comenzó con la quema de colchones y ropa y terminó destruyendo paredes, techos, mobiliarios y aberturas.
El edificio, que funcionaba como centro de recepción para menores en conflicto con la ley desde 1942, tenía su origen en una casona construida a fines del siglo XIX. Diseñada por el arquitecto alemán José Bauërle para William Harding Green, gerente de la empresa que administraba servicios públicos, el inmueble contaba con 12 habitaciones y mobiliario de época valorado por su antigüedad y estilo.
En su momento, la central gremial ATE advirtió sobre irregularidades en el instituto, que alojaba a jóvenes en su mayoría de otras ciudades. A la fecha, no hubo ninguna intervención oficial para restaurar o reutilizar el predio, que quedó en estado de abandono, con riesgo estructural y lleno de suciedad tanto en su interior como en las veredas externas.
La única acción registrada fue el retiro de las letras oficiales WHG del portón, que se trasladaron al Museo Ferro White. Trabajadores y vecinos propusieron convertir el espacio en un parque para personas mayores o en un centro de documentación municipal, pero la falta de fondos y decisiones políticas frenó cualquier proyecto.
Más de una década después, el ex Instituto Vergara sigue siendo un símbolo de la desidia en la gestión pública local y un riesgo para la comunidad, sin señales claras de recuperación o futuro uso.
 
						
									


































 
					 
								
				
				
			 
							 
							 
							 
							 
							 
				