Tony Janhzen Valverde Victoriano, alias “Pequeño J”, detenido en Perú como principal sospechoso de los femicidios de Brenda Del Castillo, Morena Verdi y Lara Gutiérrez, tiene un pasado marcado por el crimen organizado desde la cuna.
Su padre, Janhzen Valverde Rodríguez, formaba parte de la banda Los Injertos de Nuevo Jerusalén y fue asesinado el 16 de diciembre de 2018 por un sicario de la organización rival El Gran Marqués. Su vida estuvo ligada al narcotráfico y la violencia, un entorno que influyó en el destino del joven.
Valverde Rodríguez usaba el alias “Pablo Emilio Escobar” en redes sociales, en clara referencia al famoso narcotraficante colombiano. En sus publicaciones mostraba escenas de alcohol, amigos y música, además de mensajes sin disimulo sobre su estilo de vida delictivo. “Toda la vida bandido. Aproveche el día que amanece y agradezca a Dios y disfrute lo más que pueda porque no sabe si mañana estarás”, escribió en una de sus últimas publicaciones.
El nombre de Tony tiene también su historia. Según fuentes de Noticias Argentinas, el padre era fanático de Tony Montana, el narcotraficante ficticio interpretado por Al Pacino en Scarface. De ahí nació el nombre y el apodo “Pequeño J”, que incluso conecta con la parodia “Tony El Gordo” de Los Simpson, un personaje ligado a narcos en la cultura pop.
Hoy, ese hijo criado entre narcos y violencia enfrenta a la Justicia peruana acusado de femicidios que conmocionaron la región.
