El papa León XIV canonizó este domingo en la Plaza de San Pedro, Roma, a siete nuevos santos, con un hecho histórico para Venezuela: José Gregorio Hernández y Carmen Rendiles, los primeros venezolanos elevados a los altares.
La ceremonia reunió a miles de fieles en el Vaticano. Hernández, conocido como el “médico de los pobres”, fue presentado por el pontífice como un “benefactor de la humanidad con un corazón encendido de devoción” por su trabajo médico gratuito a los más necesitados. Rendiles, que nació sin brazo izquierdo, fue destacada como “carismática fundadora” de la Congregación de las Siervas de Jesús, dedicada a la educación y el servicio social.
El prefecto del Dicasterio para la Causa de los Santos leyó las biografías y luego el papa pronunció la fórmula de canonización en latín, mientras cientos aplaudían con fervor. En su homilía, León XIV subrayó que los nuevos santos son “hombres y mujeres auténticos”, no héroes ideales sino personas de fe profunda.
La noticia conmocionó a Venezuela. Desde el gobierno, la vicepresidenta Delcy Rodríguez afirmó que “la santidad llega en un momento extraordinario de unión nacional”. Por su parte, la opositora María Corina Machado, ganadora del Premio Nobel de la Paz 2025, expresó:
“El gran milagro que esperamos de nuestros santos es poder abrazarnos en ese puente Simón Bolívar”
Junto a los venezolanos, fueron canonizados el arzobispo armenio Ignacio Choukrallah Maloyan, el laico papuano Peter To Rot, las religiosas italianas Vincenza Maria Poloni y María Troncatti, y el laico italiano Bartolo Longo. La ceremonia representa un potente mensaje religioso y social en un momento mundial complejo.
