A pocos días de la elección especial del 4 de noviembre, una encuesta conjunta del Los Angeles Times y la Universidad de California muestra que la Proposición 50, encabezada por el gobernador Gavin Newsom, está consolidando una amplia ventaja entre los votantes de California.
La iniciativa, que propone redibujar los distritos electorales del estado fuera del ciclo decenal tradicional, busca favorecer a los demócratas aumentando su representación en la Cámara de Representantes de Washington. Si se aprueba, la medida podría otorgar hasta cinco escaños adicionales a los demócratas en el Congreso.
Según el sondeo realizado entre el 20 y 27 de octubre, el 60% de los votantes probables dijeron estar a favor, mientras que solo el 38% se mostró en contra y el 2% está indeciso, una cifra inusualmente baja para una votación estatal compleja.
“A pesar de tratarse de un tema complejo, los votantes están prestando atención. Es extraordinario”, dijo el director de la encuesta, Mark DiCamillo.
El apoyo está fuertemente polarizado por partido: el 93% de los demócratas respalda la propuesta, mientras que el 91% de los republicanos la rechaza. Entre los independientes, un 57% la apoya contra un 39% en contra.
Las diferencias regionales tampoco pasan desapercibidas: el respaldo llega al 71% en el Área de la Bahía de San Francisco, 69% en el condado de Los Ángeles y 60% en San Diego. En contraste, el Valle Central y el Inland Empire muestran un empate técnico con apoyos divididos al 50%.
El cambio de hábito votacional también impacta: casi cinco millones ya votaron anticipadamente, un 21% del padrón estimado en 23 millones. Entre esos, el 67% respaldó la propuesta. Quienes piensan votar en persona el 4 de noviembre se inclinan mayoritariamente a rechazarla (70%).
Estos patrones reflejan un cambio tras los cuestionamientos públicos del expresidente Donald Trump al voto anticipado y por correo, tema que generó polémica a nivel nacional y afectó las estrategias electorales en California.
La Propuesta 50 podría ser decisiva para el equilibrio de poder en el Congreso, en un estado clave para las elecciones de mitad de mandato, y marcar un antes y un después en el modo en que se realiza el redistrito en Estados Unidos.


































