La inteligencia artificial (IA) se posiciona en Argentina como un cambio de paradigma comparable a la primera revolución industrial, dijeron expertos que participaron del ciclo Ámbito Debate sobre Innovación & Tecnología.
Jorge Bourdette, gerente de ABB para Argentina, Chile y Colombia, explicó que la IA no solo se utiliza como auxiliar en tareas diarias con chatbots, sino también en funciones específicas como ventas, legales o ingeniería, y como parte de productos innovadores, mencionando la plataforma Genix de ABB.
Por su parte, Sergio Perince, director de Ingeniería en IA de UCEMA, advirtió la magnitud de las inversiones: “En los próximos cuatro años ya confirmaron inversiones en IA equivalentes a diez proyectos Manhattan, ajustadas por inflación”. Acotó que nunca hubo antes algo así, lo que genera mucha incertidumbre.
Perince comparó el momento actual con la primera revolución industrial y destacó la rapidez histórica en adopción, tanto en individuos como en empresas. “La productividad aumenta de forma exponencial, pero las empresas deben repensar sus procesos desde cero”, añadió.
En el sector automotor, Ana Karina Rubini, líder de operaciones de OnStar para General Motors Mercosur, detalló cómo su sistema con IA y servicio 24/7 salva vidas. El servicio se activa automáticamente en choques, llama a emergencias y proporciona datos críticos del accidente.
OnStar ya tiene un millón de vehículos conectados en la región y 100.000 en Argentina. A través de la app myChevrolet, los usuarios pueden controlar funciones remotas, recibir diagnóstico del vehículo y agendar mantenimientos. También lanzaron “OnStar Pets” para ayudar a liberar mascotas olvidadas en autos.
Pablo Fiuza, presidente de la Cámara de la Industria Argentina de Software, aportó datos clave: el sector emplea a 160.000 personas y genera exportaciones por 3.000 millones de dólares anuales. “La industria creció un 60% más que el textil y sumó 6.100 empleos solo en los últimos dos años”, dijo.
Fiuza vinculó la IA a una “oportunidad inevitable” y la comparó con el descubrimiento del fuego, anticipando una revolución tecnológica que transformará múltiples sectores, incluyendo la agricultura y la biotecnología.
Sobre la formación de talento, destacó la ley de promoción del software que exige capacitación continua y certificación de calidad. UCEMA abrió recientemente una carrera de Ingeniería en IA con alto nivel de demanda, garantizando salida laboral en un mercado con escasez de profesionales.
Bourdette señaló un desafío persistente en la adopción: es desigual pero veloz en áreas como marketing y ventas. Destacó el uso interno de chatbots propios para mejorar productividad y anticipar fallas en procesos productivos.
En cuanto a la regulación, Pablo Fiuza rechazó la regulación directa de la IA pero llamó a actualizar el marco legal existente, incluyendo el Código Penal y la ley de Protección de Datos. Adelantó que la discusión debe buscar equilibrio entre proteger a los ciudadanos y no desalentar las inversiones.
Perince resaltó que, aunque la tecnología ya es real y disruptiva, el salto a la productividad masiva demora porque implica repensar los procesos, no solo mejorar individuos. “Quien espere demasiado, se quedará atrás”, advirtió.
Finalmente, los expertos no descartaron aplicaciones revolucionarias en ciencia y medicina. Perince recordó el Nobel de Química 2024 otorgado por avances que sólo fueron posibles gracias a modelos de IA que identificaron estructuras proteicas clave para nuevos antibióticos. También mencionó la posibilidad de estabilizar la fisión nuclear para obtener energía prácticamente ilimitada.
En resumen, la IA llegó para quedarse y promete ser la fuerza disruptiva más grande en décadas, pero Argentina enfrenta el desafío de incorporar tecnología, talento y marco regulatorio en un contexto global que avanza a gran velocidad.


































