El ministro de Economía, Luis Caputo, y su equipo llegaron este sábado a Washington con la misión de avanzar en las negociaciones con el Departamento del Tesoro de Estados Unidos para acelerar un paquete de ayuda financiera a Argentina.
La directora del FMI, Kristalina Georgieva, confirmó que mantuvo un nuevo diálogo con el secretario del Tesoro, Scott Bessent, para coordinar “los amplios planes de asistencia financiera”, que incluirían el uso de las tenencias estadounidenses de Derechos Especiales de Giro (SDRs). “Espero con interés las conversaciones con las autoridades argentinas en los próximos días”, sostuvo Georgieva a través de X.
Caputo viaja acompañado por el secretario de Política Económica, José Luis Daza, el secretario de Finanzas, Pablo Quirno, y el presidente del Banco Central, Santiago Bausili. El objetivo es cerrar detalles con el Tesoro, liderado por Bessent, y trazar una hoja de ruta que calme a los mercados, sacudidos por la incertidumbre de cara a las elecciones legislativas del 26 de octubre.
Bessent anticipó que están evaluando entre distintas herramientas un swap de monedas por US$20.000 millones, una línea de crédito que, aclaró, no implica un desembolso directo de efectivo, sino una garantía bilateral de liquidez. Esta fórmula busca esquivar críticas internas en Estados Unidos, donde sectores agrícolas y otros grupos cuestionan la ayuda a Argentina.
“Les estamos dando un swap; no estamos poniendo dinero en la Argentina”, dijo Bessent.
El economista Guillermo Mondino, asesor de fondos y profesor en la Universidad de Columbia, relacionó el viaje de Caputo con la presión del mercado: “El mercado los obligó a moverse antes de las elecciones. Vienen a cerrar y acordar los detalles con el Tesoro. Si no logran un anuncio, perderán credibilidad ante los inversores”.
En paralelo, hay preocupación por la falta de claridad sobre las condiciones que acompañarían la ayuda y el impacto político que tendrá el resultado electoral. Fernando Losada, experto en mercados emergentes, señaló que sin información contundente del acuerdo, la ansiedad del mercado persistirá.
Además, el viaje ocurre en medio del cierre parcial en el gobierno federal de Estados Unidos, un “shutdown” que empezó el 1 de octubre y complica el entorno. Según Brad Setser, exsubsecretario adjunto del Tesoro, este factor pone un límite visual a la concreción del acuerdo antes de los comicios argentinos, aunque no lo descarta del todo.
Caputo y su equipo tienen previsto un segundo viaje para la reunión anual del FMI y Banco Mundial la semana del 13 de octubre, en un contexto político tenso que también tendrá como foco a Javier Milei, quien será recibido en la Casa Blanca por Trump, marcando otro respaldo directo del gobierno norteamericano a la gestión libertaria.
Las negociaciones con Estados Unidos buscan mantener un aliado estratégico en la región y acelerar ayuda para controlar la crisis argentina, pero el detalle final de la ayuda y sus condiciones sigue siendo un misterio que divide a mercados, políticos y expertos.
