El Gobierno inició las obras de dragado en la Cuenca Interprovincial del Río Salado, en un intento por frenar las inundaciones que afectan a la provincia de Buenos Aires.
La primera etapa abarca 33,4 km desde el cruce con la Ruta Nacional N° 205 hasta Ernestina, en el Partido de 25 de Mayo, dentro de un proyecto total que cubrirá 760 km de cauces.
Estas obras movilizarán más de 19 millones de metros cúbicos de tierra para mejorar la capacidad de drenaje y el manejo del recurso hídrico. El objetivo es prevenir anegamientos que han dejado bajo agua a millones de hectáreas con impacto directo en la producción agropecuaria.
Según el Gobierno, el plan beneficiará a 59 municipios y a 1,45 millones de habitantes, además de recuperar hasta 5 millones de hectáreas cultivables, un dato clave para la economía rural en un momento de crisis hídrica en la región.
La Sociedad Rural Argentina valoró el inicio de las obras y remarcó su importancia para estabilizar la producción y evitar pérdidas futuras. Luis Caputo, ministro de Economía, ratificó el compromiso oficial y destacó el proyecto como un pilar de desarrollo sostenible.
La Federación Agraria, que representa a miles de productores afectados, celebró la puesta en marcha de estos trabajos ante la situación crítica de inundaciones que dejó bajo agua hasta 3 millones de hectáreas, según reportes recientes de la Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa.
La provincia de Buenos Aires está en emergencia por las lluvias y anegamientos que dañaron la infraestructura y el suelo productivo. El dragado del Río Salado aparece como la principal respuesta oficial para mejorar la habitabilidad y reactivar la agroindustria de la zona.
Las obras continúan en las próximas semanas con el seguimiento de las autoridades y la expectativa de productores y vecinos por mitigar los efectos de futuras crecidas.
