Godoy Cruz no pudo con San Martín de San Juan en un duelo clave para evitar el descenso y sigue en zona de riesgo tras un pobre 0-0.
Después de la llegada de Omar Asad como entrenador, el equipo no mostró señales de mejoría ni reacción. El partido fue un fiel reflejo de la crisis: ninguna generación clara de chances, líneas rígidas y futbolistas sin respuestas individuales ni colectivas.
Esta fue la cuarta etapa técnica del año para el Tomba, que ya había pasado por los comandos de Ernesto Pedernera, Esteban Solari y Walter Ribonetto sin mejoras. El 0-0 sólo sirve para mantener la distancia mínima por encima del descenso, pero Aldosivi y San Martín de San Juan ya están apenas un punto abajo en la tabla anual.
El nuevo cuerpo técnico trabajó dos semanas con el plantel y prometía cambios tácticos y en nombres, pero la alineación terminó siendo un calco de las anteriores. Líneas sin profundidad, escasa presencia en mitad de cancha y extremos aislados. La falta de jerarquía y rebeldía de los jugadores sigue siendo el mayor problema.
Godoy Cruz tiene dos finales: primero visita a Atlético Tucumán y después recibe a Deportivo Riestra en el Malvinas Argentinas. La ventaja es que todavía depende de sí mismo para salir del peligro, pero el tiempo corre rápido y sin cambios efectivos, la permanencia se complica.
El Turco Asad y su cuerpo técnico deberán encontrar con urgencia una fórmula efectiva para un equipo que no transmite confianza ni reacción ante la presión. El torneo de bajo nivel puso a Godoy Cruz en un callejón sin salida, donde el cambio de entrenadores no alcanza para tapar las carencias del plantel.


































