La angustia de Irma Lima no cesa: lleva 41 años esperando respuestas sobre la desaparición de su hijo Diego Fernández Lima, desaparecido en 1980 a los 16 años.
El hallazgo de restos óseos en una construcción vinculada a Cristian Graf reavivó la causa que parecía dormida. Fue un grupo de trabajadores de la obra quien encontró los huesos, un descubrimiento clave para que la justicia avance.
La causa de la muerte de Diego ya prescribió por haberse cometido hace más de 15 años, pero el fiscal Martín López Perrando sostiene que puede continuar la investigación por un delito de encubrimiento agravado.
“Lo que le pido al juez es justicia por favor, me mató a mi hijo. Tenía 16 años. Quiero saber por qué, qué pasó. No puede ser una persona que ya esté suelta,” dijo Irma con firmeza.
Irma y su esposo, Juan Benigno “Tito” Fernández, pasaron décadas buscando a Diego sin certezas. Incluso después de la muerte de su marido, Irma nunca dejó de pedir justicia. “Salía al balcón todos los días esperando que volviera, pero no volvió,” recuerda.
Ahora, con evidencias en la mano y un sospechoso señalado, la madre de Diego confía en que el proceso judicial no quede en vano. Hasta el momento, Cristian Graf no fue citado pero la fiscalía ya pidió que declare.
Este caso puso en evidencia la persistencia y el dolor de una familia golpeada por la violencia e impunidad. Irma Lima sigue mirando esa ventana donde espera, 41 años después, que la justicia finalmente llegue para su hijo.
