Julio César Chávez, ex campeón mundial y leyenda del boxeo mexicano, sorprendió con sus declaraciones al asegurar que líderes del narcotráfico como Ismael “El Mayo” Zambada, Joaquín “El Chapo” Guzmán, Iván Archivaldo Guzmán y Mayito Flaco son “buenas personas” según su experiencia directa.
En una entrevista con Adela Micha, Chávez aclaró que nunca trabajó para estos criminales y que sus vínculos se limitaron a la convivencia derivada de su fama y la vida social en Culiacán, epicentro del Cartel de Sinaloa. “Son finísimas personas… al menos conmigo”, afirmó.
El ex boxeador contó que tras sus grandes victorias, era común ser invitado a celebraciones donde se juntaban capos históricos como Amado Carrillo Fuentes y otros, reunidos en un mismo salón múltiples personajes con años de condena acumulados. “Me mandaban llamar con seguridad armada, y yo siempre respondía con respeto pero dejando claro que no iba a meterme en nada”, dijo.
Chávez reconoció la fuerte guerra interna que atraviesa el cartel actualmente pero reafirmó que conocer a estos líderes no equivale a ser cómplice ni involucrado en actividades ilegales. “Ser amigo no quiere decir que tú estés”, explicó.
Sus comentarios llegan cuando su hijo, Julio César Chávez Jr., enfrenta un proceso judicial por presuntos vínculos con el crimen organizado y tráfico de armas para el cartel, un contexto que aumenta la polémica en torno a las declaraciones del ex pugilista.
En sus palabras, la relación con narcotraficantes se da simplemente por la realidad social de Culiacán, donde “todo el mundo se conoce”. Sobre El Mayo, destacó su carácter respetuoso y cercano, mientras describió a El Chapo y a sus hijos como personas que conoció desde niños y a quienes siempre trató con cordialidad.
Julio César Chávez insiste en que su reputación se debe solo a su carrera deportiva y no a acuerdos ni tratos ocultos. “Nunca recibí dinero, nunca trabajé para ellos”, concluyó.


































