La polémica candidatura de Donald Trump al Premio Nobel de la Paz abrió un debate intenso en la comunidad internacional, que ve como remotas sus posibilidades de quedarse con el galardón este año.
El Comité Nobel Noruego, encargado de elegir al ganador, privilegia la durabilidad de la paz y el trabajo silencioso de quienes promueven la fraternidad global. Expertos señalan que el historial de Trump, marcado por el rechazo a instituciones multilaterales y su postura escéptica sobre el cambio climático, pesa en su contra.
En la última campaña de nominaciones, acusaciones y hasta fanfarronadas por parte del presidente de Estados Unidos no faltaron. Trump mismo ha insistido que merece el premio, pero veteranos del Nobel lo cuestionan por no demostrar un compromiso multilaterial ni resultados sostenidos. Además, su enfoque sobre el cambio climático sigue siendo un punto crítico para el Comité.
La misma franqueza de Trump podría jugarle en contra. El Comité busca mantener su independencia política y evitar presiones externas, algo que el expresidente ha desafiado públicamente.
La controversia no es nueva: la premiación a Barack Obama en 2009 también generó críticas y esa experiencia podría influir en la decisión actual. Por ahora, Trump es uno de los nombres más mencionados en las apuestas pero su victoria se considera poco probable.
El anuncio oficial se espera para el viernes, un evento que genera expectativas a nivel global pero que parece alejar cada vez más el nombre del expresidente estadounidense.
