Laboratorio CEBAC y otros laboratorios de alta complejidad de Argentina, integrantes de ALAC, lanzaron un estudio para evaluar el impacto de las horas de ayuno en los análisis clínicos.
Actualmente, en Argentina se requiere un ayuno entre 8 y 12 horas antes de hacerse análisis, principalmente para el perfil lipídico. Pero evidencia internacional indica que este ayuno prolongado ya no es necesario. Desde 2009, estudios como el Estudio Copenhague demostraron que resultados de colesterol y triglicéridos sin ayuno extenso son similares a los obtenidos en ayuno. Países como Estados Unidos, Reino Unido y Brasil ya modificaron sus protocolos.
“El perfil lipídico posprandial refleja mejor el riesgo cardiovascular y el estado real del paciente”, dijo María Eugenia Almagro, directora técnica de Labmedicina. Aclaró que el ayuno estricto sigue siendo necesario sólo en casos especiales como triglicéridos muy altos o enfermedades metabólicas específicas.
En Argentina, un primer estudio multicéntrico coordinado por ALAC con 12 laboratorios comparó resultados entre pacientes que desayunaron y pacientes en ayuno tradicional. No encontraron diferencias clínicas significativas en colesterol, glucosa o hemograma en personas sanas o con enfermedades metabólicas previas.
Carlos Insaurralde, del CEBAC, confirmó que su laboratorio participará en una segunda fase del estudio que sumará más centros en el país. Mientras esperan aprobación del Comité de Ética, trabajan en ampliar la evidencia para reformular protocolos nacionales.
Además de mejorar la comodidad del paciente, eliminar el ayuno prolongado ayuda a evitar riesgos para diabéticos y facilita los turnos en laboratorios, sobre todo para adultos mayores y niños.
Si el estudio local avala estas medidas, Argentina actualizará protocolos que desde hace años ya fueron revisados internacionalmente por las principales sociedades científicas como la Asociación Americana del Corazón y el Colegio Americano de Cardiólogos.


































