Nicolás Maduro confirmó que solicitó al Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) quitar la nacionalidad venezolana al opositor Leopoldo López, a quien acusa de “criminal” por llamar a una invasión militar extranjera contra el país.
La solicitud, presentada oficialmente el viernes, se ampara en el artículo 130 de la Constitución, que obliga a los ciudadanos a “honrar y defender la patria”. El mandatario responsabiliza a López de promover sanciones económicas y de alentar acciones extranjeras para desestabilizar al gobierno.
Maduro afirmó que el Estado no permitirá que la soberanía nacional sea atacada desde el exterior y anticipó que López podría perder no solo la nacionalidad, sino también su pasaporte y derechos como ciudadano.
“Ningún traidor tendrá derechos de ciudadano… El que llama a una invasión militar contra su propio país deja de ser venezolano en los hechos”
El gobierno ya ordenó a la Cancillería y al Servicio Administrativo de Identificación, Migración y Extranjería (SAIME) anular los documentos oficiales de López, quien se encuentra exiliado en España.
Además de la Constitución, Maduro citó la Ley Orgánica Libertador Simón Bolívar —aprobada el año pasado—, que prevé sanciones penales y políticas para quienes colaboren con sanciones extranjeras contra Venezuela.
La escalada ocurre en un contexto de fuertes tensiones regionales. En el último mes, Estados Unidos ejecutó al menos diez bombardeos contra embarcaciones cerca de Venezuela y Colombia, con un saldo reportado de 43 muertos, según Caracas. Washington justifica estas acciones como operativos antinarcóticos, aunque no presentó pruebas de carga ilegal.
El presidente Donald Trump ordenó además desplegar el portaaviones nuclear USS Gerald Ford en el Caribe, intensificando la presión militar y diplomática sobre Caracas y Bogotá.
“Se están inventando una nueva guerra”, denunció Maduro y advirtió que Venezuela tiene recursos para defender su soberanía frente a cualquier agresión
El conflicto interno venezolano se agrava mientras la confrontación con Estados Unidos se intensifica en la región, aumentando la incertidumbre política y militar en América Latina.

































