En el Gigante de Arroyito, Maxi Salas fue el centro de la atención en el cruce por los cuartos de final de la Copa Argentina entre River y Racing.
El delantero, protagonista de la polémica tras su pase de Racing a River en el último mercado de pases, soportó los cantos hostiles de los hinchas de La Academia mientras calentaba disfrazado con la camiseta roja y blanca de River.
“El que no salta, es un traidor” le gritaron desde las tribunas. Salas no se inmutó y apenas iniciado el partido, a los 5 minutos, definió de zurda con precisión para anotar el 1-0, su cuarto gol en 10 partidos oficiales con River.
No celebró el gol, solo levantó el brazo derecho y dejó que sus compañeros lo abrazaran. Minutos después tuvo el segundo, pero el arquero Cambeses se lo negó con una gran atajada.
Salas fue el jugador más apuntado por el cambio de camiseta. Su salida de Racing fue tensa: se fue peleado con Diego Milito, a quien llamó “mentiroso” en Instagram, y confesó irse “desilusionado” por falta de aumento de sueldo prometido. El presidente de Racing declaró sentirse “decepcionado” por su decisión porque Salas había prometido aceptar la oferta del club.
El gol en Rosario fue la primera gran respuesta en la cancha del jugador nacido en Corrientes, quien ahora tendrá que seguir demostrando en River que su decisión de pasar a la vereda rival fue acertada.
El partido sigue en curso y la polémica no se termina en las gradas ni en el campo de juego. Salas ya avisó y dejó claro que no festejará cuando le marque a sus excompañeros.
