Los mercados argentinos cerraron con movimientos mixtos este miércoles a pocos días de las elecciones legislativas, en un clima de fuerte incertidumbre política y financiera.
El índice S&P Merval avanzó un 0,8%, impulsado por sectores energéticos y financieros, pero con baja liquidez y alta sensibilidad ante escenarios electorales, según el análisis de Rava Bursátil. Los inversores reforzaron posiciones dolarizadas, atentos a un posible aumento del espacio político para el Gobierno de Javier Milei.
En contraste, los bonos argentinos mostraron caídas generalizadas. Los títulos Globales cayeron un promedio del 1,4% y los Bonares un 1,8%, presionados por dudas sobre la continuidad y solidez del programa económico. Como resultado, el riesgo país medido por JP Morgan subió nuevamente, superando los 1.100 puntos básicos.
Fuentes financieras señalan que la volatilidad refleja la mezcla de incertidumbre política con temores sobre el rumbo económico post-elecciones. En ese contexto, el Banco Central tuvo que salir a vender reservas para sostener la paridad cambiaria del peso.
“El respaldo explícito de Estados Unidos trajo calma, pero la sostenibilidad económica dependerá del resultado electoral”, explicó la consultora Orlando Ferreres & Asociados.
En paralelo, el secretario de Finanzas, Pablo Quirno, confirmó negociaciones para una recompra de deuda pública en el marco del plan “Deuda por Desarrollo”, que busca reducir costos de financiamiento y liberar recursos para inversión social en áreas como educación y clima, según informó la consultora 1816.
La incertidumbre política queda como principal variable a seguir de cara a los comicios del domingo. En el mercado se especula con posibles cambios en el gabinete presidencial tras los resultados, escenario que podría profundizar la volatilidad en los días siguientes.
