Meta anunció que comenzará a usar las interacciones de sus usuarios con su chatbot de inteligencia artificial (IA) para personalizar la publicidad en Facebook, Instagram y WhatsApp. Más de mil millones de personas ya usan esta IA generativa, que ahora impactará directamente en qué anuncios y contenidos reciben.
A partir del 7 de octubre, Meta notificará a los usuarios sobre este cambio; y desde el 16 de diciembre la segmentación con datos de la IA estará vigente en la mayoría de las regiones, excepto Europa y Reino Unido, donde se respetarán leyes más estrictas de privacidad.
La información recabada de las interacciones por texto o voz con el asistente servirá para identificar mejor los intereses de cada usuario, similar a cómo se usaban hasta ahora “Me gusta”, comentarios y publicaciones. Por ejemplo, si alguien pregunta al chatbot sobre actividades al aire libre, verá más grupos, publicaciones y avisos relacionados a ese tema.
Christy Harris, gerente de privacidad y política de datos de Meta, afirmó que el objetivo es “ser supertransparentes” para que los usuarios sepan qué pasará con sus datos con antelación.
Sin embargo, los usuarios no pueden optar por no participar en esta recolección de datos al usar la IA, aunque sí controlan el nivel de personalización del contenido y la publicidad que ven. Meta excluye las conversaciones sobre temas sensibles como religión, orientación sexual, salud o política para segmentar anuncios.
El caso de WhatsApp es particular: si un usuario no vincula su cuenta con Facebook o Instagram, su interacción con la IA no se usará para personalizar publicidad en esas plataformas.
La medida reavivó las críticas históricas sobre manejo de datos y privacidad en Meta, que acumula perfiles detallados gracias al volumen masivo de información que recopila. Muchos usuarios sienten una vigilancia constante al ser rastreados incluso en sus diálogos con IA.
Este movimiento también refleja la estrategia de Meta de integrar IA generativa y publicidad en línea para competir en el mercado tecnológico global, mientras avanza en su proyecto del metaverso, que implicará recolección de datos aún más sensibles, como movimientos corporales y expresiones faciales.
El desafío para Meta será evitar que la innovación tecnológica comprometa los derechos de privacidad de sus usuarios.
