La cineasta argentina Milagros Mumenthaler vuelve a mostrar su talento con Las corrientes, thriller psicológico que se estrena comercialmente este jueves 13 tras un recorrido por festivales internacionales en Toronto, San Sebastián, Busan y más.
La historia sigue a Lina (interpretada por la mendocina radicada en Francia Isabel Aimé González Solá), una diseñadora de alta moda que regresa de Ginebra a Buenos Aires tras recibir un premio clave y comienza a vivir una desconcertante crisis física y emocional. Lo que empieza como una vida ordenada y exitosa se transforma en un callejón sin salida donde lo cotidiano se vuelve ajeno y difícil.
Con una atmósfera que recuerda a Hitchcock, la película ofrece una mirada íntima del desconcierto mental y corporal que atraviesa Lina, cuya piel rechaza el contacto con el agua tras un incidente en el Lago Lemán. Este detalle marca el punto de quiebre: una mujer dividida entre dos identidades —Lina y Catalina— lucha por sostener su aparente estabilidad frente a su familia, incluyendo a su esposo Pedro (Esteban Bigliardi) y su hija Sofiá, de cinco años.
Rodada con una puesta clásica, con cámara fija y movimientos calculados, la película apuesta por un ritmo contemplativo para mostrar el viaje interno del personaje central. Mumenthaler explica que buscó transmitir un estado a la vez onírico y concreto, apoyada en una banda sonora que combina suspenso y ensoñación a partir de composiciones inspiradas en Gustav Holst.
El guion nació de una imagen recurrente para Mumenthaler: una mujer sumergiéndose en aguas heladas de Ginebra, ciudad donde creció y a la que regresa cada año. Inspirada también por el libro La mujer temblorosa de Siri Hustvedt, la película profundiza en la desconexión entre mente y cuerpo y en la memoria corporal como aviso de conflictos internos.
La elección del casting fue clave: buscaron a una actriz argentina que viviera fuera del país para aportar un “distanciamiento sutil” en la voz y la presencia del personaje. Además de González Solá, participan Jazmín Carballo como Amalia, amiga y peluquera que representa un vínculo con un pasado más genuino y menos calculado.
Este tercer largometraje confirma a Mumenthaler como una de las voces más importantes del cine argentino contemporáneo. Sus anteriores películas Abrir puertas y ventanas (2011) y La idea de un lago (2016) exploraron el duelo y las relaciones familiares desde un punto de vista muy personal. Las corrientes, en cambio, lleva la apuesta a una crisis de identidad y pertenencia, con un aura de misterio que desdibuja las certezas.
La peli ya pasó por el contra-festival Fuera de Campo en Mar del Plata y ahora busca llegar al público comercial de Buenos Aires.
Mumenthaler adelanta que seguirá presentando la película en gira por otros festivales internacionales. Su trabajo sigue siendo citar referentes como Hitchcock o Cassavetes pero creando un estilo propio y, sobre todo, una mirada profunda sobre la mujer contemporánea que se debate entre sus raíces y su presente.
Las corrientes es un drama elegante, inquietante y visualmente poderoso que invita a revisar la fina línea entre lo visible y lo oculto, en el escenario urbano y social de Buenos Aires.

































