El gobierno de Javier Milei prepara un “nuevo plan de convertibilidad” que ataría nuevamente el peso argentino al dólar, según anunció el economista Antonio Aracre en C5N.
El plan se daría a conocer luego de la reunión que Milei tendrá con su par estadounidense, Donald Trump, y está respaldado por un fuerte apoyo financiero de EE.UU., que incluye un swap por 20.000 millones de dólares.
Aracre aseguró que este swap sería una garantía para los pagos de deuda en los próximos dos años y que Washington intervendría para estabilizar el tipo de cambio en Argentina.
La convertibilidad original, implementada en 1991 bajo el gobierno de Carlos Menem y el ministro Domingo Cavallo, estableció un cambio fijo de uno a uno entre el peso y el dólar, frenando la hiperinflación y generando estabilidad por casi una década.
Pero el “uno a uno” tuvo un alto costo: desindustrialización masiva, un aumento del desempleo del 8% al 18,4% en 1995, un endeudamiento público descontrolado y la pérdida de competitividad frente a otros países de la región. Estos factores desembocaron en la crisis económica y social del 2001.
El anuncio de Aracre abrió un intenso debate en Argentina, donde muchos recuerdan el deterioro industrial y social que dejó la convertibilidad. El periodista Pablo Ladaga advirtió que “la convertibilidad hizo mucho daño” y subrayó que “para sostenerla, Menem vendió todo”.
Con la economía argentina nuevamente en crisis y buscando estabilidad, la propuesta de Milei pone en la agenda la polémica fórmula que marcó los 90s y dividió a la sociedad entre el deseo de estabilidad cambiaria y el miedo a repetir errores históricos.
Por ahora, resta esperar la reunión con Estados Unidos y el anuncio oficial del plan que podría cambiar la política económica del país en los próximos años.
