El presidente Javier Milei dio un fuerte volantazo en su equipo tras el primer tramo de gestión y la reciente elección. El martes renunció como jefe de Gabinete Guillermo Francos y en su lugar fue designado el vocero presidencial, Manuel Adorni.
Francos, cercano a Milei y pieza clave en la relación con cancilleres y embajadas, hizo pública su renuncia en un mensaje que confirmó rumores internos. Según fuentes cercanas, Francos pidió definiciones sobre su rol en el nuevo gabinete y tras no obtenerlas aceleró su salida.
El cambio busca poner orden en la interna de La Libertad Avanza, un despacho que según varios ministros, incluido Francos, no estaba coordinando correctamente y seguía funcionando “como un Ministerio del Interior adaptado”.
El reemplazo, Manuel Adorni, debutó con críticas desde sectores políticos y figuras afines, como Mauricio Macri, quien valoró la capacidad y estabilidad de Francos y cuestionó la falta de experiencia de Adorni. Macri propuso en cambio a Horacio Marín, presidente de YPF, como un nombre más adecuado.
Mientras tanto en el Congreso, Milei mantiene como interlocutor clave al presidente de la Cámara baja, Martín Menem. En la Cámara alta, Santiago Caputo ya negocia junto a la legisladora electa Patricia Bullrich la estrategia para esta nueva etapa.
Caputo, parte del “triángulo de hierro” del Gobierno, suena fuerte para un nuevo cargo llamado Ministerio de Gobierno. La fuente indicó que busca seguir influyendo sobre los ministros Mario Lugones (Salud) y Sebastián Amerio (Justicia), consolidando su poder al filo del segundo tramo de gestión.
En paralelo, Milei mostró ayer una imagen conciliadora con gobernadores tras la derrota electoral, intentando recomponer un vínculo clave para su administración y sumar apoyo territorial.
El gabinete de Milei entra en una etapa de consolidación con la presión de reforzar equipos y resolver tensiones internas, en un contexto político de alta incertidumbre y con los focos puestos en el segundo tramo del mandato.

































