Morgan Stanley pronostica una fuerte suba del dólar en Argentina después de las elecciones legislativas del 26 de octubre, con distintos niveles de presión según el resultado que arrojen las urnas.
En un informe interno para clientes, el banco de inversión con base en Wall Street anticipa que la política monetaria y cambiaria deberá ajustarse sí o sí luego de los comicios. Pero la capacidad de maniobra del Gobierno dependerá de si el oficialismo logra una victoria clara o no.
El reporte plantea tres escenarios, todos con la principal oposición, La Libertad Avanza, con alrededor del 35% de los votos, mientras que el oficialismo oscila entre menos del 30% y hasta el 40%.
En el mejor escenario para el Gobierno, donde el oficialismo gana con mayoría amplia y La Libertad Avanza saca entre 35% y 40%, se facilitaría una transición ordenada. Aquí Morgan Stanley proyecta un dólar estabilizado cerca de $1.700 para diciembre, una inflación en descenso y un crecimiento económico del 2,5% para 2026. Este escenario incluye una flotación cambiaria coordinada y un respaldo de Estados Unidos para facilitar el acceso a mercados.
El escenario intermedio es un resultado muy ajustado, con el oficialismo entre 30% y 35%. Aquí se prevé menor confianza del mercado, un atraso en las correcciones externas y un dólar que podría quedar entre $1.800 y $2.000 a fin de año. Según Morgan Stanley, las reformas serían limitadas y la política fiscal seguiría sin cambios fuertes, lo que generaría más incertidumbre y volatilidad en el tipo de cambio.
El peor escenario, una derrota amplia donde La Libertad Avanza alcanza entre 25% y 30%, unos diez puntos detrás de la oposición, implicaría una presión cambiaria significativa y que el dólar supere los $2.000. Esto afectaría la actividad económica y las inversiones de manera marcada, y sería el resultado más negativo para la estabilidad macroeconómica, según expertos del banco.
El informe también advierte sobre la complejidad de una eventual dolarización. Morgan Stanley señala que para dolarizar la economía argentina serían necesarias reformas estructurales y un amplio respaldo político. Además, estima que el país necesitaría entre US$21.000 y US$86.000 millones, dependiendo del mecanismo y coeficiente de encaje, cifras muy superiores a las reservas actuales del Banco Central, que rondan los US$10.000 millones netos.
Por último, Morgan Stanley recomienda que, independientemente del resultado electoral, la prioridad después del 26 de octubre debe ser acumular reservas en dólares, más allá del swap de US$20.000 millones acordado con el Tesoro estadounidense.
Las elecciones marcarán el rumbo cambiario en un contexto de alta inflación y volatilidad, con un dólar que, tarde o temprano, según el banco, arrancará una nueva escalada.
