Dos emblemáticos edificios del centro de Bahía Blanca acumulan años de abandono y siguen generando gastos y molestias a vecinos. Se trata del ex Centro de Compras, en la esquina de Av. Colón y Brown, y el ex Banco Hipotecario, en Av. Colón y Vicente López, ambos cerrados hace más de una década.
El ex Centro de Compras no opera desde 2006, cuando cerró la firma Ventura, mientras que en el ex Banco Hipotecario la AFIP dejó las oficinas en 2010. Ambos inmuebles están en estado de abandono, con vidrios rotos, grietas y presencia de palomas y roedores, y cuando llueve el agua se infiltra en sus estructuras.
El municipio avanza en una iniciativa para aplicar una carga impositiva más alta a sus propietarios, buscando castigar la especulación y la desidia que genera costos a las arcas públicas por tareas de limpieza y mantenimiento, además del impacto negativo para los vecinos. Esta propuesta está incluida en el Presupuesto 2026 y debe ser aprobada por el Concejo Deliberante.
El ex Banco Hipotecario fue construido entre 1923 y 1926 bajo la dirección de Alejandro Ortúzar y Santiago Teddi, y es un ícono del patrimonio arquitectónico de la ciudad, con un estilo historicista que combina elementos griegos y romanos. Es parte de una manzana fundacional que incluye edificios clave como el Banco Nación, Tribunales, la Aduana y Radio Nacional, con protecciones estrictas que limitan las reformas. Por estas restricciones permanece cerrado desde 2010.
En 2011 y 2015 se presentaron proyectos para declararlo de utilidad pública y darle un uso cívico y cultural, pero nunca avanzaron. Entre 2017 y 2022 estuvo en alquiler gestionado por Baieli, pero no logró ofertas formales para reactivarlo.
Por su parte, el ex Centro de Compras fue construido entre 1907 y 1909 y fue inicialmente el Hotel Sudamericano, con destacadas instalaciones importadas. Cambió de nombre y uso varias veces hasta que la Cooperativa Obrera lo convirtió en su centro comercial en 1987, funcionando con éxito hasta fines de los 90. Tras cerrar la firma Ventura en 2006, quedó en abandono.
Hay un proyecto para conservar la fachada y levantar una torre en su interior, aunque nunca logró avanzar.
La iniciativa del municipio apunta a presionar a los dueños de estos inmuebles, que causan costos en recursos municipales y afectan la vida cotidiana de los vecinos, para que den un verdadero destino a estas propiedades que hoy solo representan “elefantes blancos”.


































