Falleció Miguel Ángel Russo, una de las figuras más emblemáticas del fútbol argentino, dejando un vacío profundo en el deporte nacional. Su paso por Misiones en 2012, cuando dirigió a Rosario Central en la victoria sobre Crucero del Norte, quedó grabado en la memoria de los hinchas y la historia del fútbol local.
Russo construyó una carrera que trascendió más allá de los resultados: era un estratega que dejaba una marca en cada club. Su trabajo en Rosario Central, equipo clave en su trayectoria, incluye momentos decisivos como aquel triunfo en Misiones que mostró su capacidad para manejar presiones y levantar equipos.
Con más de 15 años como entrenador de alto nivel, Russo acumuló títulos y reconocimientos que lo convirtieron en un referente para jugadores y colegas. Pero su legado va más allá de trofeos, porque impulsó estilos y valores que siguen vigentes en el fútbol argentino.
Su partida se siente fuerte en el ambiente futbolístico, con mensajes de condolencia desde clubes, jugadores y la prensa deportiva de todo el país. Russo no solo fue un guerrero dentro de la cancha, sino también un formador de carácter y profesionalismo.
En un momento donde las figuras del deporte suelen ser efímeras, Russo dejó una huella auténtica. Su nombre y sus juegos, como aquel triunfo en Misiones contra Crucero del Norte, seguirán siendo recordados por las nuevas generaciones.
