El pastor evangélico Roberto Tagliabué, de Mar del Plata, está a horas de enfrentar una posible condena de 14 años de prisión por explotación laboral agravada, tras nueve denuncias de personas que lo acusan de someterlas a trabajos forzados bajo falsa promesa de rehabilitación.
La fiscal federal Laura Mazzaferri pidió además la inhabilitación perpetua del religioso para intervenir en centros de rehabilitación y un resarcimiento millonario de 136 millones de pesos que se repartirían entre las víctimas según el tiempo que estuvieron sometidas. También solicitó el decomiso de dos inmuebles, cinco vehículos y dos motos vinculados al pastor.
Las acusaciones datan de un período de más de 20 años, desde 2001 hasta un allanamiento en agosto de 2022. Según la fiscalía, Tagliabué operaba un supuesto centro de rehabilitación llamado Programa Cristiano de Rehabilitación de Adicciones (PCRA), ubicado en el barrio Pueyrredón, donde captaba a las víctimas con engaños y les exigía tareas de limpieza, mantenimiento, venta ambulante y otros trabajos, sin remuneración.
Mazzaferri explicó en su alegato que el pastor usaba maniobras de intimidación, extorsión, violencia física y hasta acoso sexual para mantener bajo control a las personas más vulnerables. Los hechos también incluyen ejercicio ilegal de la medicina y comercialización de fauna silvestre.
El juicio comenzó el 26 de mayo y finalizó esta semana con la inspección de dos inmuebles vinculados a los delitos, ordenada por el juez federal Roberto Falcone. La defensa a cargo de Mauricio Varela tendrá su oportunidad de presentar alegatos próximamente.
El caso generó un fuerte impacto en la sociedad local y amplió el foco en presuntas redes de explotación ligadas a centros de rehabilitación irregulares en Argentina, mientras la Justicia avanza para determinar la responsabilidad penal del pastor y asegurar la reparación para las víctimas.
