El boliche Quattro de San Juan desató un escándalo esta semana tras difundir un video promocional en el que se recrea un secuestro de una mujer. La campaña genera fuertes críticas en redes sociales por banalizar un hecho violento en un contexto especialmente sensible para Argentina.
En los últimos días se registraron al menos nueve femicidios en distintas provincias: Gabriela Barrios (Chaco), Daiana Mendieta (Entre Ríos), Luna Giardina y Mariel Zamudio (Córdoba), Adriana Miriam Velázquez y Mariana Belén Bustos (Bahía Blanca), además de Brenda del Castillo, Morena Verdi y Lara Gutiérrez en Florencio Varela. La proximidad de estas tragedias aviva el rechazo social hacia el contenido difundido por el boliche.
El video muestra a una mujer siendo secuestrada violentamente para promocionar una fiesta de Halloween, lo que fue considerado insensible y peligroso por usuarios que cuestionaron que se use la violencia de género como recurso publicitario. A pesar de la controversia, hasta el momento Quattro no retiró el material de sus plataformas.
Este no es un caso aislado. En años recientes, otras campañas publicitarias polémicas como las de Shell Crespo (Entre Ríos) y YPF Marcos Juárez también fueron acusadas de normalizar la violencia y recibir duras críticas por falta de ética.
Argentina atraviesa una grave crisis de violencia machista: una mujer es asesinada cada 35 horas por motivos de género, y en la mayoría de los casos el agresor tiene vínculo previo con la víctima. Este contexto hace que las representaciones públicas de la violencia sean objeto de debate urgente.
Activistas y especialistas advierten que la reproducción de escenas violentas en campañas puede trivializar el problema, dificultar la difusión de mensajes responsables y afectar la memoria de las víctimas. Reclaman mayor conciencia en los sectores publicitarios y culturales para respetar el sufrimiento real detrás de estas situaciones.
La polémica de Quattro evidencia la urgencia de repensar cómo los medios y las marcas abordan el tema delicado de la violencia de género, sobre todo cuando el país sigue golpeado por femicidios que conmueven y exigen respuesta social y política concreta.
