La tradicional marcha semanal de jubilados al Congreso terminó esta semana con un fuerte operativo policial, gases lacrimógenos y la detención de un manifestante.
La protesta que exige un aumento en los haberes y el pago de un bono mensual se vio interrumpida frente al Parlamento por un despliegue inédito de fuerzas de seguridad. Según reportó el periodista Nicolás Munafó desde el móvil de C5N, la Prefectura se instaló en la plazoleta donde se concentraban los manifestantes y formó un cordón para bloquear la marcha.
Uno de los manifestantes afectados, Víctor, relató lo ocurrido:
“Vinimos como siempre, me agarraron cuatro gendarmes, me patearon la espalda y me pegaron. Cuando tiran gas, no les importa nada”
Diego, otro participante, cuestionó la respuesta policial y defendió el carácter pacífico de la movilización:
“Vinimos y nos encontramos todos los miércoles. Nos pusimos de acuerdo en dar la vuelta, era una manifestación totalmente pacífica. Que prohíban dar una vuelta al Congreso a 50 o 100 jubilados es ridículo y un nivel gigante de represión a los derechos civiles”
El Padre Paco, presente en las marchas, señaló con dureza a la Policía:
“Es siempre igual. En vez de buscar a Espert que está en el Congreso, vienen a buscar a los jubilados. Además, empezaron ellos. Nuestro pueblo está mal y hay que terminar con esto lo antes posible”
Desde Avenida Rivadavia, el periodista Adrián Salonia cubrió en vivo la represión:
“Hacía muchos miércoles que no veíamos un operativo tan grande de seguridad. Los rodearon y pusieron los escudos por delante de los jubilados”
La Policía usó gases para dispersar a los manifestantes, algo que generó reclamos entre los presentes, que insisten en que la protesta fue pacífica y legal. Por el momento, solo se reporta un detenido: el manifestante Víctor.
La protesta de jubilados frente al Congreso se sostiene como un reclamo semanal en busca de mejoras económicas urgentes, y la fuerte intervención policial vuelve a poner en tensión el diálogo entre el Gobierno y los manifestantes.
